
3 cosas que nos gustaron y 1 cosa que no nos gustó del estreno de "What Comes After Love"
Aunque no sepamos exactamente cuándo o cómo terminará una relación, la idea de que las relaciones tienen fecha de vencimiento sigue rondando en la mente de todos. En un mundo donde todo es incierto, ¿es una tontería creer en el amor eterno? Y si existe, ¿dónde se puede encontrar?
Basada en la exitosa novela conjunta de Gong Ji Young y Tsuji Hitonari del mismo nombre, “What Comes After Love” cuenta la historia de Hong, interpretada por Lee Se Young, una joven estudiante de literatura que se muda a Japón por capricho, a pesar de la desaprobación de su madre. En su primer día en Tokio, conoce a Jungo (Sakaguchi Kentaro), un dulce estudiante de literatura y escritor. Como en todas las historias clásicas de “chica conoce a chico”, Hong y Jungo se enamoran perdidamente. Sin embargo, a pesar de sus fuertes sentimientos mutuos, rompen y Hong regresa a Corea. Cinco años después, sus caminos se cruzan de nuevo, esta vez en Seúl, Corea. Jungo se ha convertido en escritor y Hong trabaja en una editorial. La única pregunta es: ¿volverán a encontrar el amor en los ojos del otro y esta vez será eterno?
Ver “What Comes After Love” da una sensación nostálgica, muy similar a recordar el primer amor, que es la razón principal para ver este drama. Además de evocar nostalgia, hay tres cosas más que nos gustaron y una cosa que nos disgustó un poco de los episodios 1 y 2 de “What Comes After Love”.
Advertencia: ¡a continuación hay spoilers de los episodios 1 y 2!
Lo que nos gustó: hermosas imágenes y cinematografía genial
El drama alterna entre el presente y flashbacks, donde los espectadores conocen la historia de amor de los protagonistas de hace cinco años y su reencuentro en el presente como viejos amantes. Para mejorar la experiencia de visualización, es fundamental distinguir claramente entre las líneas de tiempo. Un aspecto brillante de “What Comes After Love” es que, en lugar de depender únicamente de textos como “hace cinco años” y “presente”, utiliza diferentes tonos y saturaciones para indicar el tiempo.
En las escenas del pasado, los creadores emplean tonos más brillantes y una mayor saturación, con un ligero desenfoque para evocar sentimientos de nostalgia, juventud y la calidez de estar enamorado. En contraste, las escenas del presente están en alta definición y ligeramente desaturadas, lo que refleja la pérdida de la felicidad después de su ruptura.
Otra elección artística, que puede o no usarse en futuros episodios, es el uso de las estaciones para reflejar las emociones de los personajes. El pasado, donde los protagonistas se enamoran, está ambientado en un verano y una primavera cálidos y vibrantes, reflejando la belleza del amor. Mientras tanto, el presente se desarrolla en invierno, frío y duro como la soledad después de un desamor.
Lo que nos gustó: Química palpable
Las escenas íntimas, como los besos, suelen ser apasionadas independientemente de los actores o los personajes. Pero la verdadera química brilla cuando los personajes están simplemente en presencia del otro, con la tensión romántica aún irradiando a través de la pantalla. Hong y Jungo tienen este tipo de química.
Ambos actores ofrecen actuaciones sutiles pero poderosas tanto en las escenas del pasado como en las del presente, mostrando cuán profundamente se añoran los personajes y cuánto amor aún albergan en sus corazones. Incluso sin diálogo, sus miradas por sí solas son suficientes para transmitir que los personajes estaban, y aún están, profundamente enamorados.
Por ejemplo, en una escena, se le pide a Hong que enderece el cuello de Jungo. Por su rostro, está claro que preferiría estar en cualquier otro lugar que a centímetros de él, no porque lo odie, sino porque no puede evitar seguir amándolo. Su caminar lento y derrotado y sus ojos evitando su mirada dicen mucho. Incluso sin un flashback, es evidente que hay miles de pensamientos corriendo por su mente. De manera similar, en la misma escena, los ojos de Jungo están llenos de dolor. La añora, pero aunque ella está físicamente cerca, su corazón se siente fuera de su alcance.
Lo que nos gustó: Personajes secundarios adorables
Aunque Hong y Jungo se conocen por primera vez en una calle al azar en Tokio, se vuelven más cercanos mientras trabajan en la misma calle: Hong en un restaurante de ramen y Jungo en un camión de comida estacionado afuera del restaurante. Los empleados y el dueño de la tienda de ramen son una absoluta delicia, actuando como los mayores promotores de la pareja. Si bien ya cumplieron con su papel de unir a los dos protagonistas, con suerte podremos verlos más en futuros episodios, ya que sus encantadoras personalidades brindan un soplo de aire fresco en medio de las escenas más pesadas del presente.
Lo que no nos gustó: Solo seis episodios
Un drama de seis episodios suele ser perfecto para un maratón de series otoñales. Sin embargo, dada la química palpable entre los protagonistas, la retirada posterior al programa va a ser más dura de lo habitual. Con solo una semana hasta el final, es difícil aceptar que pronto nos despediremos de Hong y Jungo. Dicho esto, algunas historias no necesitan ser largas. Dado que “What Comes After Love” está basada en un libro, si no hay suficiente material para un drama de 16 episodios, es mejor terminar las cosas de manera ordenada en lugar de alargar la historia con episodios de relleno. Entonces, si bien la cantidad de episodios cortos puede estar en la categoría de “no me gusta”, la decisión es comprensible.
Comienza a ver “What Comes After Love”:
¡Soompier! ¿Cuál crees que es la razón detrás de la ruptura de Hong y Jungo? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios a continuación!
Fuente (1)
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