3 lecciones de los episodios finales de "Love Your Enemy"

Mientras “Love Your Enemy” se acercaba a su final, las emociones estaban a flor de piel. A medida que los secretos se fueron revelando, muchos obtuvieron el cierre que estaban buscando, y nuestra pareja protagonista finalmente tuvo el comienzo que había estado esperando. Seok Ji Won (Ju Ji Hoon) y Yoon Ji Won (Jung Yu Mi) finalmente han sido capaces de poner un anillo a su relación de 18 años, pero parece que nuestra pareja tiene algunos obstáculos más que sortear antes de ser felices para siempre. Los dos últimos episodios de “Love Your Enemy” se centraron en los mayores, que tenían su propio bagaje con el que lidiar, y los dos protagonistas se apoyaron el uno al otro contra las tormentas que sus familias les prepararon para afrontar.

Advertencia: spoilers de los episodios 11-12.

“Sé la mejor”

La familia Yoon se enfrenta a otro desengaño. El abuelo Yoon (Kim Kap Soo) se alegra de que su nieta Yoon Ji Won vaya a casarse por fin, pero también le preocupa no poder mantenerla. Cuando revisa los ahorros que ha hecho en su nombre, decide vender algunas de las tierras que posee para poder darle un buen regalo de boda. Sin embargo, se lleva una gran sorpresa cuando se entera de que Ji Kyung Hoon (Lee Seung Joon), a quien había criado como a su propio hijo, ha estado malversando fondos y mintiéndole todo el tiempo. No fue el padre de Yoon Ji Won quien arruinó la empresa, sino Kyung Hoon, quien también tuvo mucho que ver en la muerte de sus padres tras alejarse sin piedad del lugar del accidente 12 años atrás.

Incapaz de asimilar el shock, el abuelo Yoon sufre un trastorno cognitivo, retrocediendo en el tiempo. Pero Yoon pronto visita a Kyung Hoon en prisión y le dice que es importante perdonarle para perdonarse a sí mismo. Yoon revela que nunca quiso adoptar a Kyung Hoon, pero que lo hizo a petición del padre de Yoon Ji Won, que era un alma bondadosa y temía que su amigo no tuviera un lugar al que ir. Y a pesar de ver cómo Kyung Hoon se había propuesto arruinar a la misma familia que lo había creado, el abuelo Yoon dice que no tiene otra opción que perdonar y dejar marchar a Kyung Hoon para su propia paz.

Yoon demuestra su fuerza de carácter. A pesar de estar devastado y herido, no busca vengarse, sino que perdona a Kyung Hoon y se marcha.

Mientras tanto, Cha Ji Hye (Kim Ye Won) finalmente se arma de valor y confiesa que fue ella quien tuvo mucho que ver en la ruptura de Yoon Ji Won y Seok Ji Won. Yoon Ji Won parece un poco sorprendida, pero sonríe a su amiga, diciendo que sucedió hace mucho tiempo y que todas eran muy jóvenes para saberlo. Mientras le tiende la mano con ternura, Ji Hye se emociona hasta las lágrimas por la generosidad y el corazón bondadoso de Yoon Ji Won.

Tanto el abuelo como la nieta demuestran que el perdón no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. No hay histrionismo ni dramatismo de alto nivel, sino una fuerza silenciosa en la forma en que afrontan la traición de las personas que creían más cercanas a ellos.

“Deja atrás el pasado y los rencores”

Al padre de Seok Ji Won (Lee Byung Joon) no le hace ninguna gracia ver a Yoon Ji Won enseñando su anillo de diamantes. Intenta ser grosero y mezquino mostrándole la lista de posibles novias que tiene en mente para su hijo. Yoon Ji Won lo acepta y dice que ella es la más guapa de todas. Mientras la madre de Seok Ji Won (Kim Jung Young) se disculpa por el comportamiento de su marido, diciendo que nació gruñón, Yoon Ji Won dice que en realidad ha visto un lado amable de Seok. Cuenta un incidente de hace años en el que el padre de Seok Ji Won la ayudó a curar su rodilla raspada e incluso la invitó a un helado, diciéndole bruscamente que lo mantuviera en secreto para su familia y la de él. Yoon Ji Won encandila aún más a Seok padre con su actitud directa, pero él mantiene su exterior áspero para no mostrar que en realidad se está descongelando.

Volvemos a ver el lado cariñoso de Seok cuando espera a Yoon, que llega tarde a su cita. Ve a Yoon cruzar el lugar donde habían quedado y, cuando sale corriendo para reprenderle por llegar tarde, se preocupa al ver al hombre desorientado y lo lleva al hospital. Unos días más tarde, cuando lo llaman por la ausencia de Yoon en el hospital, se pone gruñón y lo regaña por ser difícil. Conscientes de que pronto se convertirán en suegros, podemos ver cómo se descongela el hielo entre los dos. Las cosas se ponen más divertidas con la llegada de la abuela de Seok Ji Won, la mujer que una vez fue el objeto de los afectos de Yoon padre y también la causa de la enemistad entre las dos familias, ya que había elegido al abuelo de Seok Ji Won en lugar de a Yoon padre. Ella le dice a su hijo que termine con lo que está pasando entre los dos hombres porque con el matrimonio de Yoon Ji Won y Seok Ji Won, las familias están en la cúspide de un nuevo comienzo, y el ciclo de odio finalmente terminará.

El momento más dulce es cuando el abuelo Seok accede a los deseos de Seok Ji Won y construye un parque ecológico sobre el ambicioso campo de golf de la ciudad. Cuando Kyung Hoon intenta conseguir el apoyo del abuelo Seok contra el abuelo Yoon, le pone firmemente en su sitio con un “somos familia”.

Deshaciéndose por fin de los rencores y el odio que han empantanado al abuelo Seok, se le ve como la persona amable que realmente es. Por otro lado, Yoon también ha recorrido un largo camino desde que perdió a la mujer que amaba y le dice a Gong Moon Soo (Lee Si Woo) que si la persona a la que amas es feliz y sonríe con otra, lo mejor es dejarla marchar.

“Cada final puede ser un nuevo comienzo”

Yoon Ji Won le dice a Cha Ji Hye que está tan contenta que le preocupa que pueda llegarle una desgracia. Ji Hye le dice que en lugar de pensar así, debería verlo de esta manera: ahora tiene a alguien con quien compartir su felicidad y sus cargas. La cara de Yoon Ji Won muestra alivio al darse cuenta de que tiene una roca fuerte en Seok Ji Won, que siempre está pendiente de ella.

Hace 18 años, cuando una llorosa Yoon Ji Won esperó a Seok Ji Won en la Torre Namsan en una noche nevada, pensó que él nunca había cumplido su promesa, y que todo había ido cuesta abajo para los dos. Pero lo que ella no sabe es que él cumplió su promesa e incluso le tejió una bufanda roja como ella le había pedido. Aunque nunca pudo dársela, por fin tiene la oportunidad de hacerlo 18 años después. Cuando se prepara para irse a un viaje de trabajo de un mes, Yoon Ji Won intenta poner mala cara, diciendo que se perderá su cumpleaños que cae el mismo día y que ella estará sentada sola en la Torre Namsan. Ella espera su regreso y es incapaz de contactar con él. En cuanto empieza a nevar, se encuentra en Namsan y se dice a sí misma que es una tontería que esté aquí cuando Seok Ji Won está en Nueva Zelanda. Pero recibe una llamada de él diciendo que está nevando donde él está, y ella dice, pero es verano donde él está. Se da la vuelta y lo ve de pie frente a ella. Y mientras se abrazan, él le pone la bufanda roja que con tanto cariño había tejido para ella. El momento es realmente encantador y te hará sonreír.

Han pasado 18 largos años y, por fin, los dos van a ser felices para siempre. Pero algo que no cambiará nunca es que seguirán peleándose y discutiendo. Si no lo hicieran, las cosas parecerían bastante anormales. Mientras la familia Seok insiste en una gran boda, la familia Yoon quiere algo íntimo. Seok Ji Won está de acuerdo con los deseos de Yoon Ji Won, pero lo único que quiere es una romántica foto de boda con ella, a lo que ella accede. Es muy dulce ver cómo estos dos se compenetran, y es evidente que su vida de casados no será aburrida ni mundana.

Ju Ji Hoon interpreta con éxito a Seok Ji Won, ganándose al público con el amor y el apoyo que siente por Yoon Ji Won. Por otro lado, Jung Yu Mi hizo de Yoon Ji Won un personaje vivo y cercano. La química entre los dos actores era fácil y natural, lo que contribuyó a la desenfadada narración, ¡que echaremos de menos!

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